Domingo 5 de noviembre de 2023
Sigo con mi plan de ir acumulando kms. de confianza en
carrera, fuerza en las piernas y seguridad para disfrutar de cada paso, de cada
mirada alrededor…
De todas formas, cuando llegas a una carrera, a no ser que
tengas un plan de competición claro, no sabes lo que vas a hacer; si salir
rápido y aguantar, si ir poco a poco de forma progresiva, o si dejarse llevar por la
carrera y lo que vaya surgiendo…
Por delante había 13 km. y un desnivel positivo de casi 900
m., en una de las carreras de montaña más veteranas, pero que estrenaba
recorrido. Todo el mundo estaba expectante…
En mi caso, nada más bajarme del coche para ir a por el
dorsal, algo me decía que me iba a dejar llevar…
Así, pude disfrutar de la entrada en la zona de control
previa a la salida, en la alfombra verde, cuando casi sin darse cuenta
empezamos a correr…
Foto: Ayto. Laviana
El primer km. de salida de Laviana es llano y se hace rápido. Cruzamos el río Nalón, giramos y de repente Las Escaleras… Son casi 400 escalones de granito, altos, colocados en el plano inclinado de la antigua mina Coto Musel con mucha pendiente. La gente a ambos lados de las escaleras animando, música de una gaita, fotos… Y nosotros subiendo…
Foto: Juan Romero Carnica
Gritos de “Ánimo, ya queda poco”, y otro tramo más de
escaleras. Pero antes de lo previsto, se acaban, ya las habíamos subido, y
habían pasado volando… Sí, lo tenía claro, me estaba dejando llevar y estaba
disfrutando…
Por el sendero de tierra en ligera subida se puede correr y
nos adentramos en un bosque de árboles desnudos, con sus hojas a nuestros pies.
Se podía ver alrededor de ellos. Estábamos subiendo por una zona abrigada y
bonita, con tramos de más dureza pero hasta el momento muy llevadero, y cuando
salimos del bosque, se abre el monte y aparece la línea multicolor de cada
participante subiendo, en una hilera infinita.
“Carlinos, mira a tu izquierda”. Lo hago y veo Redes,
sus montes y picos, como vigilándonos. Ellos ahí y nosotros subiendo… Sí,
estaba disfrutando…
Poco a poco vamos ganando altura, salvamos la zona de más desnivel y estamos ya en la zona más alta, en monte abierto (km. 5) de carrera, y por praderías bajamos un poco para volver a subir ya definitivamente al picu la Tazá (941 m.), punto más elevado de la carrera.
Foto: Iván Valqui
Todo está en orden, piernas, cuerpo, cabeza… me dejo llevar por la carrera…
Así iniciamos el descenso.
Foto: Thomas Picos
El sendero ladea el monte, el camino es de tierra y permite
correr. Solo alguna pequeña subida rompe el ritmo, pero hasta se agradece.
Vamos zigzagueando monte abajo, corriendo, mirando, hablando… Todo está en
orden…
Y cuando acaba la primera parte del descenso, nos metemos en otro bosque ya conocido por la Quebrapates, también con alguna subida. Bonito, bonito…
Foto: Iñaki Lombardero
Y así van pasando los kms., corriendo, charlando, riendo…
que si: “Cuidao que ahí viene un tramo de cuerda”, que si “Uy, ya
llega el asfalto, qué poco queda” …
… Y pasamos entre casas y aplausos, entramos en Laviana y el
Trail Coto Musel se acaba…
Entramos en meta…
Me había dejado llevar… había disfrutado, tanto, que aún hoy
me doy cuenta que la carrera no ha acabado de verdad… sigue… y creo que hemos
conseguido seguridad, dejar atrás otras carreras y sus momentos más duros,
algún dolorín, y poder partir de nuevo como si fuese el primer día, con nuevos
retos y renovadas ganas e ilusión. Ganas de correr, ganas de carreras…
Y es que a veces, si te dejas llevar, una carrera te da mucho más de lo que esperas…
Foto: Iván Valqui
Muchas gracias a la organización, por su nuevo recorrido y
su trabajo. Y a la chavalería fotógrafa, que se tiran al monte, y aún llegan
antes que nosotros a meta, también corren…
Por eso... Nos vemos en las carreras !!!!!!!
Vamooooooooos !!!!!!!
Hola
ResponderEliminar