jueves, 19 de junio de 2014

IV Coto Bello Trail 2014


Empiezo esta crónica de la IV Coto Bello Trail celebrada el domingo 15 de junio de 2014 de la manera más ilustrativa posible: Una foto.
Es lo que te encuentras al llegar a la zona. Una amplia explanada con el arco de salida - meta y al lado una carpa habilitada para bar - orquesta - avituallamiento y lo que se tercie. Ah!, y corredores, muchos corredores.
El ambiente está asegurado.

Calentando antes de la salida, a unos 1000 m. de altitud, rodeado de montañas, hace que uno se sienta tranquilo, contento y expectante por lo que le espera. Los 13 km., salvo una pequeña modificación en el recorrido, ya los conocía del año pasado, así que además de disfrutar de correr por la montaña, quería darle un plus exprimir mi cuerpo un poco (teniendo en cuenta que es una carrera).

Con ésto, en la salida, 3, 2, 1, vamoooos !!!. Rápido, muy rápido se salió. Parecía una san silvestre.
Los 2 primeros kms. son por pista y en bajada y como no quería perder posiciones ya en salida, hice lo que casi todo el mundo... correr. El reloj pita, indica el primer km. de carrera. Lo miro y me indica que voy a 3:57 min/km.. Llega el segundo km. y el reloj pita de nuevo: 3:47 min/km..

Pronto la bajada se torna en ligera subida y a la izquierda tomamos un camino para adentrarnos en el monte y salvar un riachuelo bajo árboles y ya casi caminando. Sería la pequeña modificación del recorrido.
A partir de ahora ya sería todo ascendente hasta llegar al pico. De la zona de arboleda pasamos a la pradería. El sol no apretaba demasiado y se iba más o menos a gusto. A una subida le seguía otra, y a ésta, otra más. Son cortas pero fuertes. El reloj pita y me indica 15:40 min/km. Esto sí que son contrastes.

Miraba mis piernas y, en complicidad con ellas, subía. Unas veces a pasos pequeños y constantes, otras a pasos mayores ejerciendo más fuerza. Se oía jadear y algún que otro bufff !!!
Al terminar una de las praderías, se empieza a ver el pico. Antes de él la zona de pizarras. Es una pequeña cresta de pizarra con restos caídos por el sendero que pisamos y que una vez salvado sólo queda coronar el Picu la Texera (1560 m.) por una zona estrecha que te permite ver monte, mucho monte, picos, cielo....


Y entre todo eso, nosotros corriendo. Una vez arriba, toco el "monolito", ojeada alrededor y pa´bajo.
En menos de 1 km. llega el avituallamiento y bebo dos vasos de agua. Empieza la bajada ya toda por pista de tierra similar a la del inicio de la carrera y como el año pasado sufrí un poco en ésta zona, empiezo controlándome sin forzar y mentalizado en perder posiciones. Con ello, al poco de estar bajando alcanzo a dos corredores que me habían superado antes del avituallamiento y, cauto, sigo a su lado. Pero de repente nos adelanta un tercero. Veo que su ritmo es parecido al que podría llevar, así que le sigo y adelanto a los dos que llevaba por delante. Marco ritmo constante y los tiempos son alrededor de 4:22 min/km.. Efectivamente es una carrera de contrastes.
Tenía la carrera en la cabeza y sabía que sobre el km. 8 iba a llegar una zona de subidas. Estaba preparado y cuando llega hago la transición de bajar a subir. Poco a poco me veo bien y no he perdido casi posiciones. Eso me anima.

Por delante veo a la chica que va en tercera posición de la clasificación de mujeres y que me había adelantado justo al llegar al pico. Junto a ella y su acompañante hago algún km. hasta que en la segunda subida a la zona de las antenas los adelanto.

Ahora sólo queda bajar "a cuchillo"


Ya se veía la meta y la carrera estaba llegando a su fin.

De nuevo en la explanada de llegada, tras 1:24 min., 13 km. y unos 1700 m. de desnivel acumulado, la sonrisa me salía de la boca al pasar por el arco de meta.

Unos tragos de agua, un poco de chocolate, un trozo de manzana y unas gominolas después, mientras me cambiaba de ropa al lado del coche, veía que ésta es una carrera que no puede faltar en el historial de tod@ corredor@.

Gracias a la organización y a l@s fotógraf@s. Ell@s también corren.

Nos vemos en las carreras !!!






domingo, 8 de junio de 2014

XI Subida Picu Pienzu 2014



Domingo 1 de junio de 2014

Qué suerte poder correr ésta carrera. Un clásico de las carreras de montañas asturianas. Gran organización, avituallamientos, ambiente… Se nota cuando una organización sabe lo que hace. Para mí, aquí se rozó la perfección. Desde aquí… Enhorabuena Picu Pienzu 2014.

Y ahora, retrocediendo una semana en el tiempo, me encontraba en Arriondas recogiendo el dorsal 218 y la bolsa del corredor. Después del café mañanero y paseo por la zona de salida – meta, las ganas de empezar a correr iban en aumento. Saludos, música ambiente, colocación del arco de salida… Qué ganasssssss !!!
Con puntualidad, salimos del parque de Arriondas, para callejear un poco y tomar dirección al picu.

Unos 2 km. de asfalto para girar a la derecha y entrar en el monte. Los días anteriores había llovido, así que el barro iba a aparecer en breve. Bajo los árboles, por sendero de tierra y barro, íbamos en fila india corriendo y caminando entre algo de niebla. Recuerdo sobre todo 3 zonas bien diferenciadas de la carrera. Ésta de monte era una de ellas. 

 

Recorrimos unos 5 km. hasta llegar al pueblo de Cofiño. Beber un trago de agua y a seguir. Hasta aquí me siento bien y con ganas de correr y dar más de mí, así que me pongo a tirar y a adelantar corredores poco a poco. Me gusta mucho subir, y como se que bajar no lo hago bien, así compensaría uno con otro.

La carrera continúa por una segunda zona de monte entre rocas, pequeño desfiladero y el minúsculo discurrir del río. El calor abriga y el sol nos vigila. Mirando alrededor, sólo verde y rocas. Montañas y azul. Pero hay que seguir. 
Unos tres kms. más y empezamos a llegar a la primera de las dos majadas, donde había montañeros pasando el día y que sus ánimos nos llegaron en forma de energía para las piernas. Sería la tercera zona distinta de la carrera. 


Las majadas, una pista de tierra para llegar a otra y la fila de corredores adelantando muy levemente unos a otros. Ahí conozco a un compañero que me conocía del blog. Un grande que disfruta de las carreras a lo grande. Cómo me alegro de ello. Así llego a la base del pico para comer y beber algo. La ascensión es dura de verdad, de esas que si miras arriba casi no se ve ni el cielo. Poco a poco, tirando de pierna asciendo metro a metro. No se me hace larga porque estaba disfrutando con la subida, las piernas se endurecían y con las manos apoyadas en ellas iba subiendo. De repente…  la enorme cruz. Había coronado. Guau !!!, parada, ojeada al mar, zona de Espasa, Arenal de Morís, Colunga… qué ganas tenía de verme aquí arriba.

En pocos segundos estaba bajando. La bajada, a diferencia que la subida, endureció mi carrera. Los primeros metros los hice más o menos bien, pero al llegar a la primera de las majadas, bajé el ritmo porque si no lo pasaría mal. Me empiezan a pasar corredores y a perder posiciones. Tengo que regular porque me empiezo a encontrar vacío. Llego a la zona del “desfiladero” y los traspiés que sufro, se que son fruto del cansancio. Como el segundo de los higos que llevaba y me centro para seguir corriendo. 

Entramos en la zona de monte y bajo los castaños y robles, me animo viendo que las piernas mantienen un ritmo gracias a que la zona es más apta para trotar sin desgastar en exceso las piernas ya que la pendiente no es mucha y poco a poco llego de nuevo al pueblo. 


Iba un poco castigado, con sensación de vacío, bebo algo y sigo. En pocos km. llego a una zona de unos 200 m. de subida entre rocas que me hizo parar. Unos fuertes calambres en las dos piernas me recorrieron de arriba abajo. Me paré y muy poco a poco, con dolores iba subiendo. Sufrí pero alcancé la “cima” y a partir de aquí el resto fue trotar sin exceder la zancada para llegar. De nuevo sobre el barro cada uno ya al ritmo que podía llegamos a un último avituallamiento líquido y salvador (parecía mágico verlos). Qué bien me vino.
De nuevo sin darme cuenta estaba girando a la izquierda tomando ya la carretera que me llevaría a meta. Los 2 kms. hasta Arriondas no quería nada más que disfrutarlos sabiendo que lo había conseguido y el esfuerzo había merecido la pena. El picu Pienzu me había visto pasar por él y estaba contento. No obstante tuve que apretar los dientes para llegar a meta. 

 
21 km. con unos 2500 m. de desnivel acumulado y 3 h. y 5 min. de tiempo de carrera.
Qué sensaciones de haber conseguido algo que estaba buscando hace tiempo. Picu Pienzu, espero volver a verte. 

Gracias organización. Enormes !!! Gracias fotógrafos, vosotros también corréis.
Nos vemos en la siguiente

Vamoooooos !!!