jueves, 15 de mayo de 2014

Angliru Trail Xtreme 2014



Domingo 11 de mayo de 2014

Mientras recogíamos los dorsales, antes de tomar el café, llegaba una persona de la organización hablando de niebla y cambio de recorrido. Las orejas se afilaron y los ojos se agrandaron. “Tenemos balizas cada 10 m. y no se ven. Arriba está despejado, pero tenemos que cambiar el recorrido, porque la bajada así es peligrosa”- dijo
… … …
Preparados en la línea de salida de La Vega (Riosa): 5, 4, 3, 2, 1… Vamooooos !!!


Los dos primeros kms. eran de asfalto. Los, aprox., 170 corredores vamos agrupados, corriendo y siempre en subida, ganando altura, hasta que en una curva a la derecha, dejando un pequeño pueblo, una pista de hormigón nos da paso a un sendero. Otros dos kms. por pista de tierra trotando – caminando. De repente nos encontramos con una fuerte subida, ya de monte, y la niebla, que nos impedía calcular lo que quedaba o la altura que íbamos ganando. 

(Así era foto unos días antes )


Brazos sobre las piernas y caminando con el cuerpo inclinado, fijándose en las marcas naranjas que indicaban en recorrido y pa´rriba. Poco antes de cumplirse la primera hora de carrera nos cruzamos con un voluntario que nos indica que pronto saldremos de la niebla. 

Así pues, y con ello, boquiabiertos nos encontramos, en mitad de la sierra del Aramo.
Empezamos a trotar por una zona más amable, viendo neveros (aún acumulados del invierno) y vamos llegando al primer pico, el Barriscalín (1680 m.) donde veo al voluntario que nos decía lo de la niebla en la recogida de dorsales. Aún tenía tiempo de sacar fotos




Coronamos y empezamos a bajar para, en aprox. 1 km. volver a subir. Esta vez al segundo pico: el Barriscal (1735 m.). Desde abajo, la hilera de corredores que lo acariciaban era un espectáculo. 



Y arriba, pues…, en fin…
 


A la izquierda el Gamoniteiro y a la derecha el Gamonal.  Abajo está en Angliru (me decía un compañero de carrera).
Tratando de grabar en la retina lo que estaba, comienzo una bajada un poco más seria por la pendiente y por las rocas y piedras sueltas. Dos caídas vi delante de mí (sin consecuencia alguna).

Las piernas iban aguantando muy bien, el sol calentaba lo justo y podía correr 


hasta llegar al Angliru (1570 m.). 


Así fue, y en el aparcamiento de la mítica cima, justo debajo del Gamonal nos avituallamos de líquido, conguitos, plátanos, etc…

Estábamos en el km. 14 y ahora quedaba lo peor. El cambio de recorrido hizo que bajásemos por la mítica carretera (conocida por la etapa de la Vuelta Ciclista a España). Las piernas se iban cargando de asfalto y crecían la ganas de ver a alguien que nos desviase al monte. No fue hasta pasados unos 4 kms. Cogíamos la pista de tierra por la que habíamos empezado a subir y más tarde los 2 km. de carretera inicial hasta llegar a la meta.

El estado de ánimo: Satisfecho y muy contento por haber compartido carrera con un amigo: Pablo
Pensaba en el exceso de asfalto en la parte final de la carrera, pero al día siguiente sólo veía imágenes de las cimas, colores verde y gris de hierba y rocas, blanco y azul de nieve y cielo…

Qué suerte poder haber corrido ésta carrera.

Sólo me queda dar las gracias a los fotógrafos y a la organización por un magnífico trabajo de marcaje del recorrido y voluntarios en los sitios clave, y por haber dado rápida respuesta con un recorrido alternativo anteponiendo la seguridad de los corredores.

Así que… nos vemos en las carreras