Domingo 21 de octubre de 2012.
Carrera de montaña. Seronda Trail Series. Siero – Picu Fario
Ahora recuerdo, sobre todo, las castañas pisadas en el
sendero, las hojas, alguna cuesta insufrible de hormigón y el bosque de pinos
que nos daba la bienvenida al Picu Fario.
Unos pocos kilómetros antes, ya se podía otear la costa de
Gijón, el muelle y el mar. Todo ello daba un soplo de oxígeno a las piernas que
iban acumulando desnivel, cansancio y kilómetros.
Al lado de las antenas repetidoras del Picu Fario, mesas de
madera para una buena comida campestre, y en primer plano, una escena de
película; innumerables picos y montañas. Qué buen y tranquilo paisaje.
Pero nosotros a lo nuestro, porque a falta de unos metros
para acabar la carrera, los cuádriceps ya no me daban tregua. Paro a estirar el
izquierdo y se me tensa el bíceps de la misma pierna. No hay opción… A correr.
Así entro en meta, poco a poco, corriendo y con una sonrisa de satisfacción por
concluir esta etapa de montaña en buenos términos.
Antes de suceder todo eso, unas dos horas antes, estábamos coreando
una cuenta atrás. 10, 9, 8… …3,2, 1, VAMOOOOOOS. Salíamos de Pola de Siero con
un poco de frío, buen ambiente y la ilusión de correr por el monte.
Poco a poco voy buscando sensaciones y no ir muy subido de
pulsaciones ni ritmos altos. La carrera es larga y sabía que al final se iba a
hacer dura. Era mi primera carrera de montaña de 23 km. y quería ser cauto.
Así vamos un grupo juntos, unas veces unos delante, otras
veces otros, afrontando las continuas subidas y bajadas de poco asfalto al
principio y mucho sendero y caleya después. El poco barro en algunos tramos nos
hacía ponernos alerta. Hay que evitar caídas y lesiones. Llega el km. 5 y
primer avituallamiento líquido. Todo bien, y antes de la subida final, en el
km. 7 a reponer fuerzas con otro avituallamiento, esta vez algún trozo de fruta
y algo dulce. Desde aquí hasta el picu Fario, ya no habría tregua. Todo para
arriba.
Las piernas aguantan y el ritmo constante y bueno, con buena cadencia
de brazos y piernas. A falta de dos km. empiezan a bajar los primeros, y bueno,
vaya cómo bajaban, increíble…
Seguía subiendo entre un bosque de pinos ya caminando hasta
coronar el Picu. Las vistas ya están comentadas, espectaculares.
Pero amigo, ahora sé que me tengo que entrenar más. Necesito
piernas para aguantar las bajadas. Vengo del asfalto, buscando fondo y rapidez.
Tengo algo de fuerza para las subidas, pero, para las bajadas… eso es otra
historia.
A falta de unos 6 ó 7 km. las piernas me avisan que están
muy, pero que muy cargadas. Me acordaba del maratón, y... bufff. Aflojo el
ritmo en algún tramo llano para no forzar pero cuando aparecía alguna cuesta, a
caminar y sufrir. Así fue todo hasta el final.
A falta de 500 metros tuve que parar, pero ya no me
importaba.
Una vez cruzada la línea de meta,
a comer melón, plátano, algo
dulce, algún fruto seco y beber líquido. Saludo a los amigos de carreras y me
encuentro con otros que conozco en persona (qué buen ambiente se respira y se
palpa)
Soy consciente que me va a llevar unos cuantos días de
recuperación de piernas y rodajes suaves, pero… Hay que seguir entrenando y
mejorando. Lo de disfrutar de la carrera de montaña está asegurado.
QUÉ GOZADAAAAAAAAAA !!!
El tiempo fue de 2 horas y 40 minutos para unos 23 km.
aproximadamente. Buenísimo ambiente y sólo me queda agradecer a la organización
por la estupenda carrera y buena señalización y apoyos, y a los fotógraf@s por
su trabajo y ánimos.