miércoles, 22 de diciembre de 2021

10 Km. Aniciu. El Entrego (San Martín del Rey Aurelio)

 

Domingo, 19 de diciembre de 2021

 10 Km. Aniciu. El Entrego (San Martín del Rey Aurelio)

 

Diez kilómetros no son solo diez mil metros. Pueden llegar a ser diez mil sonrisas, veinte mil esfuerzos, treinta mil esperanzas… hasta llegar a convertirse en millones de alegrías…

 

Por eso, a veces, las carreras no son solo competiciones, distancias y tiempos. Son mucho más…

 

El domingo quedó plasmado para la historia, un relato de solidaridad con la Asociación Rey Aurelio. Personas dedicadas a un fin solidario sin mirar atrás, y de paso hacernos disfrutar al resto de los mortales de 75 minutos de deporte, abrazos y charlas.

Y retos paralelos dentro de la propia carrera, como el de salir la última para para aportar tantos euros como corredores adelantados consiga. En fin… cosas sencillamente hermosas… y GRANDES…


 Viendo éstas cosas, el recorrido de dos vueltas al parque de La Laguna, para subir dirección al Pozo Sotón por la vera del río Nalón, y dar la vuelta para llegar a El Entrego y completar los 10 kms. quedan en un segundo plano.

Un recorrido que llevó bastantes quebraderos de cabeza a la organización, para que resultara atractivo (como así fue) a la vez que competitivo.

Las preocupaciones por seguir un ritmo constante, lo más cercano a 4:30 es algo tan mundano que apenas de soslayo se tiene en cuenta.

Por lo tanto, cuando llego a meta en 45min. 50 seg., con el esfuerzo de la carrera, y consigo parar y seguir hablando con compañeros de carreras, complicidades y zancadas… se ve éste conglomerado, como parte de un todo que son las CARRERAS.

Por eso, a veces, las carreras no son solo competiciones, distancias y tiempos. Son mucho más…

 

Gracias !!!!!!!

Nos vemos en las carreraaaaaaas…

Vamoooooos !!!!!


Fotos: Tano

martes, 9 de noviembre de 2021

 Domingo, 7 de noviembre de 2021

 I Trail El Arcedianu. Amieva


Cuando llego a una carrera, la actitud es un poco “como quien pasa por ahí”, tranquilamente, como que no pasa nada… Por dentro ya van los nervios, las ganas, las ansias de kilómetros…

Ésta vez, llegaba a Sames, al Trail del Arcedianu expectante. El motivo creo que se debe al poco volumen de entrenamientos las dos semanas anteriores, y esto me hizo tener la idea de la competición, apartada en algún hueco de la cabeza. A esto se unía las características de una carrera nueva, por una zona desconocida para mí, con un clima adverso los días previos (lluvia y frío). A lo anterior tenía que sumar los nervios por el estado del terreno. Afortunadamente, el sábado y domingo hizo sol, no había niebla y a pesar del frío, las condiciones para la carrera habían cambiado radicalmente a un aspecto positivo.

El ambiente previo de carrera en un pueblo pequeño, acogedor al cien por cien, con los vecinos involucrados, ayudando en cada corte o desvío , animando, indicando lo que hiciese falta… era magnífico.

Con éste previo, nos preparamos para la salida. Cuenta atrás, música oficial del Trail, 3,2,1… Y a correeeeeer…

 El recorrido de la carrera lo tenía memorizado, perfil y kms., pero no tanto el desnivel, cosa que después me daría cuenta de ello.

Los primeros 9 kms. serían de Trail. Por sendero de tierra con algo de barro los primeros metros para pasar luego al asfalto, atravesando los pueblos vecinos hasta el km. 3 aprox., y tomar una pista de tierra después. Todo ello siempre en terreno ascendente. En esta primera parte de carrera, salvaríamos un desnivel positivo de unos 500 m.

Antes del primer avituallamiento (km. 5) tenía sensaciones un poco extrañas. Hacía mucho frío e intentaba mantener las pulsaciones, porque me veía un poco acelerado. En el km. 2 empiezo a notar que el cuerpo no se acostumbra al correr, algún pinchazo en la parte trasera de la pierna, en el cuádriceps de la otra pierna no sé que le pasa… Total, que me intento tranquilizar, ya que estamos al principio de la carrera, y si me pasa esto ahora no sé como llegaré, y si llegaré. En fin…

Así que me tranquilizo y me digo que ésto, son los síntomas del cuerpo que se está acostumbrando al ritmo, a la temperatura y a la carrera. Entonces bajo un poco el ritmo, voy llegando a la calma y noto cómo el cuerpo se va aclimatando al esfuerzo y a las condiciones.

Llegamos al km. 9 de carrera. Se acaba la pista de tierra. Avituallamiento sólido y líquido. Comer galletas y plátano, coger unas gominolas, girar a la izquierda y a subir. Aquí ya se acaba el terreno Trail y empieza la montaña, pura y dura.

Tenemos por delante algo menos de 1 km. para salvar un desnivel de unos 300 m. positivos. Esto se traduce en que el inicio de la subida la hago a ritmo y en grupo. Cuando miro hacia arriba, veo a la gente que me precede encima de mí, literal. Miro para abajo y detrás de mí no había nadie, debajo sí. Con esto uno se da cuenta del desnivel al que nos estábamos enfrentando. Parecía que subíamos por una escalera vertical. Echo otro vistazo hacia arriba para ver una hilera de puntos pequeños, casi encima de mí, que intuía a ver casi el final de la primera subida. 

Por todo ello, decido, no mirar ni arriba ni abajo, sino centrarme en el terreno que vamos pisando, e intentar llegar poco a poco a la cumbre en las mejores condiciones (pensando en el resto de carrera).

Una vez arriba… Uaaaaaaa, qué gozada. Es el primer pico de la sierra que vamos a “crestear” , y es la que abriga al pueblo de Sames por su parte izquierda. El terreno ya es de monte de roca, hierba y tierra. Por delante nos quedan unos 4 kms. de “cresteo”, bordeando el Parque Natural, en el que, estaba seguro iba a disfrutar.

Un poco de bajada y llega la subida al segundo pico, con buenas sensaciones. Seguimos siempre en terreno técnico de sube y baja parando de vez en cuando a mirar alrededor. La ocasión y situación lo merecía. Verte ahí arriba, con el día despejado, rodeado de montañas y aire, con los nevados picos de Europa vigilando cara a cara, es algo que se alcanza con esfuerzo y se disfruta sin final…


Llevaba un tiempo bajando y estaba cerca del km. 14, con lo que iba ya pensando en la bajada final cuando, de repente, aparece un pico, que iba a ser el más alto de carrera (1.200 m. aprox). Al parecer teníamos que subir aún hasta allí arriba. No puede ser (pienso…). Miro otra vez y… no, no, no puede ser… miro otra vez más y… por hacer el pijo casi me tuerzo un tobillo, así que no voy a mirar más porque prefiero más no mirar. Me planto en la base de la subida y veo la hilera multicolor de la gente subiendo... Mecagonsumadre qué jodido… Subida de unos 700 m. para un desnivel positivo de 200 m. (otra pared, buffffff.)

De piernas iba bien, me encontraba bien, pero empecé (otra vez) a plantearme el uso de bastones para este tipo de carreras. Hasta ahora nunca los he utilizado. Prefiero sentir la dureza en las piernas, el esfuerzo, pero… una ayuda, pues no viene mal.

Empiezo a subir poco a poco, miro el reloj, y con la idea inicial de llegar al km. 15 en unas 3 horas, me quedaban para subir unos 45 min. aprox. Empiezo a ver gente parada con piernas cargadas, alguno con un palo de ayuda (lo que demuestra la dureza ya acumulada hasta ahora), pero continúo subiendo y consigo coronar y… Ojeada alrededor, más picos de Europa nevados, a la izquierda otra sierra que deja atrás la zona de Cangas de Onís-Covadonga, otro fotógrafo aquí arriba (está claro que también corren).

Nos dicen que cuidado con la bajada, que resbala algo. Total, que resbalar no resbalaba mucho, si no que lo que había era un desnivel negativo de la hostia. Una pendiente como pocas veces me había enfrentado. Miraba hacia abajo y veían las casas como puntos sobre “i”. Daba algo de vértigo estar en una bajada, muy técnica, con piedra, roca y mucha hierba que facilitaba el agarre, ya que con suerte la lluvia los días previos había desaparecido. Si no, esto habría sido otra historia, más fea…

Bajo muy despacio, concentrado y con mucho cuidado no mirando demasiado abajo para no desviar la atención del terreno. Me encuentro con un corredor tirado con un calambrazo y dolores terribles en el gemelo, y asistido, por suerte, por una chica que le daba un masaje fisioterapéutico. Los acompañamos con algo de beber, comer, etc., y una vez recuperado, continuar la bajada.

El cansancio empezaba a aparecer y daba algún que otro traspié. Uno de ellos me hizo apoyar la mano en una pared de roca con la consiguiente herida de corte. Total, me digo: Carlinos con cuidado, a seguir concentrado y con cuidado.

Me siento en una roca para bajar y calambrazo en la pierna izquierda. Paro unos segundos a estirar, unos golpes y continúo. Las casas se empiezan a ver más cerca, el desnivel de la bajada empieza a ser menor y la zona más corrible, con algo de barro bajo bosque. Resbalón por aquí, resbalón por allá y… hostiazo que viene. Me caigo de lado y me tengo que tranquilizar. Lo peor y más bonito de la carrera estaba hecho. La subida, el cresteo, la bajada… Me tranquilizo, me dejo llevar por un terreno más suave para llegar por fin al avituallamiento del km. 15. Cargar agua, beber, comer unos frutos secos que me vinieron super bien, porque estaba vacío y con mucha hambre, necesitaba comer. Sobre todo, necesitaba comer. Tenía las piernas cargadas, pero aguantable. Lo que más necesitaba era comer.

A partir de ahora ya quedaban por delante unos 7 kms. de bajada por un terreno similar al del principio. Unos 2-3 kms. de asfalto y el resto senderos de bosque bajo castaños, con más barro y una calma mezclada con las ganas de llegar a meta y acabar.

La entrada en Sames fue muy rápida, porque se llega por un sendero al pueblo por una callejuela, un giro a la derecha y… LA META…

Finalizo con un tiempo de 4 horas y 5 minutos para los 22 kms. de carrera y un desnivel acumulado de 2.800 m.

A partir de ese momento, toca ir asimilando la carrera, porque la he sentido muy intensa.

Hay carreras que una vez acabadas, se te aparecen un montón de emociones, palabras o momentos en la cabeza. Pero ésta carrera, no sé porqué, si por sus características, por la intensidad de los kms. de montaña o la dureza de esos kms., me hace tener que asimilarla. Me resultó dura y bonita a partes iguales con una organización y marcaje perfectos.

Por lo tanto, ENHORABUENA a la ORGANIZACIÓN, a la gente FOTÓGRAFA, que TAMBIÉN CORREN (estaban por todo el recorrido, en pueblos, senderos, picos…)

 

A seguir entrenando, disfrutando y volviendo a correr en unas carreras que se echaban de menos. Vamooooooos!!!!!!!

Nos vemos en las carreras !!!!!!

martes, 19 de octubre de 2021

 Sábado 16 de Octubre de 2021

Media Maratón de la Reconquista. Cangas de Onís


Hay veces que la carrera en sí pasa a un segundo plano. El sábado fue una de ellas. Aunque recuerdo con placer el esfuerzo entre los kms. 13 y 15 para no perder la liebre, y cada zancada, sobre todo en la segunda parte de la carrera, en la primera parte, hasta la Basílica iba pensando en qué condiciones llegaría a la segunda (jajajja).

El sábado fue un día especial por varias razones: Se sentía en el ambiente una satisfacción y una alegría especial por la vuelta a las carreras en unas condiciones, como las que se recordaban hace dos años. Con cuidado sí, pero en buenas condiciones. Y eso se notaba en las caras.

Por otra parte, volver a encontrar a todo el mundo habitual de las carreras, todas esas personas que nos llevamos viendo desde hace un montón de años ya, en cada carrera, en algún que otro entreno, incluso por la calle un día cualquiera…

Y especial también en lo personal, por el estreno de una camiseta, azul y amarilla, con unas letras que dicen mucho más de lo que se lee en ellas (CORRER ASTURIAS). Dicen de carreras sí, de un club de atletismo sí, y también dicen de valores y amistad, de ayuda, de disfrutar de cada zancada por encima de los logros y las marcas, de ser pilar importante en el atletismo asturiano desde hace más de 10 años (aunque el club no los haya cumplido aún), porque éste club, sin saberlo hace mucho tiempo ya que existía… En fin… es emocionante para mí iniciar ésta andadura donde daré, como siempre, lo mejor de mí para estar a la altura de las letras de la camiseta.

                                     

Y ahora sí, por eso decía que la carrera pasaba a un segundo plano. Pero como estamos en esto por las carreras precisamente, y es un conjunto inseparable, aunque sea de soslayo, vamos a ello…

 

El estado de forma está siendo una incógnita hasta que se vaya viendo en cada carrera. Por eso decidí salir con la liebre de 1:45 (qué gran trabajo hizo) y no separarme de ella, para ver cómo me iba encontrando. La carrera es de sobra conocida y en crónicas anteriores se pueden leer sus características. Hasta el km. 6 o 7 siempre íbamos unos segundos más rápido para compensar lo que iba a perder en la subida a la Basílica. Al llegar a ella, km. 10, tomar aire y para abajo, y el ritmo otra vez más rápido para compensar la subida (un no parar vamos)

De momento me iba encontrando bien, y sobre todo bajando, sentía que podía avanzar algo más, pero no quise. Y menos mal, porque en el km. 13 noté como iba entrando el cansancio en las piernas, y llegué a pensar “pero ésta liebre, porqué no va más despacio…”. El tema no era la liebre, si no yo, que parecía cansado. Así que sin pensar más, me agarré al ritmo, bebí agua en el siguiente avituallamiento y tomé un poco de gel que llevaba, y en el km. 15 como nuevo.

A partir de aquí, entramos en la carretera general de acceso a Cangas de Onís, y los últimos 4 kms. aproximadamente ya fueron muy bien. Los gemelos me pinchaban un poco, así que no aceleré nada. Sólo me dejé llevar por el ritmo de carrera, hasta llegar al último km. que como íbamos sobrados con el tiempo, la liebre ya se quedó para entrar en 1:45. Y yo, con el ritmo que traíamos consigo entrar en meta, eso sí, apretando un pelín que la llegada lo merece, con un tiempo de 1:43:54.


Felicitaciones a Jorge, la liebre de 1:45 y a la organización, siempre impecable.

 

Muchísimas gracias a l@s fotógraf@s por estar ahí. También corren.

Y al Club CORRER ASTURIAS y a cada una de las personas que lo forman por todo, sencillamente POR TODO.

 

A seguiiiiiiiir corriendo y disfrutando !!!!!

Vamoooooooos !!!!!

Nos vemos !!!

 

Próxima carrera: Trail El Arcedianu (Amieva)




miércoles, 15 de septiembre de 2021

 Sábado 11 de Septiembre de 2021

I Trail Desafío Las Reliquias 2021. Foz de Morcín – Oviedo

 

El objeto de la organización al crear ésta carrera, es la de dar a conocer y “revivir”, de alguna manera, el traslado de las Reliquias escondidas en la Capilla del Monsacro hasta la Cámara Santa de Oviedo por el rey Alfonso II en el año 808. Así que además de correr, aprendemos historia… 

Para ello dejo el enlace (muy recomendable) de la documentación recopilada por la organización: www.desafioreliquias.org

 

La carrera… empiezo por el final: 


La cara lo dice todo. A partir de ese momento, empezaron a generarse en la cabeza imágenes, olores y dolores de cada paso de los 27 kms. de carrera.

Las semanas previas, mientras entrenaba, iba visualizando la entrada en meta, el conseguir volver a una carrera larga y terminar en condiciones (más o menos jijijji)…

Como es una carrera nueva, en su primera edición, voy (sobre todo) a tratar de describir su recorrido.

                                                 

En la salida desde Foz de Morcín (en la zona de las Tolvas) nos juntamos unos 300 atletas, organización (no me cansaré de decir que de lujo), fotógraf@s y un camión del ejército para llevarnos las mochilas a la meta. La organización nos había trasladado desde Oviedo a la salida.

Con nervios y ganas de correr, todos en la salida, saltando… 3, 2, 1… A correeeeeeer.

Salimos del pueblo por la senda y giramos a la izquierda para empezar a subir dirección a la primera de las cotas. El Monsacro. El ascenso lo hacemos por la zona que llaman Viacrucis, a la izquierda de la famosa canal del Trail Afuega`l Pitu. Van a ser unos 4 kms. de subida por una pista de tierra 

hasta la parte alta del pico, donde se abre la pradería y las rocas típicas de la sierra del Aramo.

Miro el reloj y van unos 50 minutos de carrera. La subida es llevadera pero dura, ya que salir y empezar a subir te pone las piernas bien, bien… Pero lo que se ve desde arriba lo compensa. Mar de nubes y picos altos despejados…

Llegamos a la primera de las capillas y empezamos a bajar hasta pasar por la segunda y al primer avituallamiento. Ahí nos esperaba Alfonso II y su séquito para darnos agua y algo de comida.

Comenzamos la bajada de otros 4 kms. Aprox. con un primer tramo más difícil por el sendero de rocas en zigzag. Abajo, el pueblo de Santa Eulalia se veía pequeño, pequeño… (Hasta ahí abajo tenemos que ir?)

Poco a poco descendemos y entramos en una zona boscosa, más cómoda y que permite correr. Me encuentro mejor, voy más tranquilo porque veo que las piernas van respondiendo y no están tan “trabadas” como en la subida. Así, como sin darme cuenta, llegamos a Santa Eulalia de Morcín y al km. 10 de carrera.

Giramos a la izquierda para tomar una pista de hormigón y… aaaaamigooooo, vaya pupita subir por ahí. Empezamos la segunda cota del perfil, subida a Peñanes, unos 3 kms. que se hacen duros. 

En la mitad de la subida, un avituallamiento milagroso nos permite comer fruta, beber y a seguir.

El siguiente tramo de subida por pista y piedras la hago bien, una vez recuperadas fuerzas, pero antes de empezar a bajar, noto los cuádriceps cargados (alarma). 

Bajo un poco el ritmo y empieza la bajada. Sin forzar, poco a poco, a correr por zona de bosque y pistas de tierra y barro. Pasamos al lado del embalse de los Afilorios, y se presenta una pequeña subida final dentro de la segunda cota, que una vez superada, a bajar ya hasta Palomar. 

Nuevo avituallamiento de lujo. Me cogen la mochila para llenar de agua la botella, me echan agua por encima para refrescar, oye coge una barrita de esas que tiene magnesio, qué necesitas más… … 

Nunca antes me habían tratado así en un avituallamiento. Quedé flipando… De lujo. Creo que reviví, al menos en ese momento. 

Pero poco dura lo bueno, porque a la salida del pueblo empieza la tercera de las subidas de la carrera al Monte Caleyo. Unos dos kms., ya no de tanto desnivel, pero que me dejan maduro, maduro… Las piernas con calambres, subo poco a poco, pero sin parar.

 Tomo una dosis de magnesio y potasio líquido que tenía en la mochila y sin parar, camino en un tramo llano para recuperar. 

Entro en zona abierta de monte con helechos y sigo caminando, sin correr, para poder recuperar las piernas y lo consigo. Llegamos a una zona de piedras incómoda y ahí me encuentro con mi compañero Pablo que había salido un poco antes que yo y que no nos separaríamos ya hasta el final. Una vez acabada la bajada, pasamos por detrás del campo de tiro. Estamos en el km. 20 de carrera y el último avituallamiento. Tomo Coca Cola y nueva barrita de gominola de magnesio.

Empieza la senda de Fuso – Oviedo y a correr muuuuy despacio, aunque mis piernas ya no lo permiten. De ésta manera toca caminar y correr hasta acabar la senda y entrar en Oviedo por la parte vieja, entre ánimos de la gente que estaba de terraceo y vermuteando. Pasamos por el Ayuntamiento, por delante de la Regenta, giramos en la plaza de la Catedral y… … la gloria… …

Lo habíamos conseguido. La entrada en meta…

A partir de ahí, empieza la máquina de imágenes, olores y recuerdos de una carrera singular, con una organización que roza la perfección, una chavalería fotógrafa que la veías en una zona y una hora más tarde en otra, que corren (literal, porque vi a uno de ellos subir a nuestro lado al Monsacro). Una carrera que espero se quede en el calendario un año tras otro.

Después de 4 horas y 35 minutos de disfrute y sufrimiento, risas y algún dolor, 27 kms. y 3.200 m. de desnivel acumulado, se acaba el I Trail Desafío Las Reliquias 2021. Foz de Morcín – Oviedo.

 

Después de esto, estamos de subidóoooooooon… Vamooooos !!!!

Gracias a tod@s !!!

Nos vemos en las carreras.

Próxima parada: Media Maratón de la Reconquista (Cangas de Onís)



Sábado 04 de Septiembre de 2021

XVIII Carrera de Montaña Monte Naranco (Oviedo) 2021


Qué más se puede decir de una carrera como ésta, que no haya comentado en entradas de años anteriores en éste blog. Un clásico que no se puede perder, con una organización perfecta, con buen trato a todo el mundo, lo que crea un buenísimo ambiente y gratuita (cortesía del Centro Asturiano de Oviedo).

 La salida es muy rápida, con una bajada que rodea al Centro y a la salida del mismo.


Siguiendo por una pista, giro a la izquierda y a subir unos 2 kms.

Mi estado de forma era una incógnita, así que decidí ir a ritmo normal, tanto en las subidas como en las bajadas, sin apretar en exceso. Así libro la primera de las bajadas y giro a la derecha para tomar una pista de hormigón en ligero ascenso. 

Me encuentro bien en esa transición bajada-llano, y manteniendo ritmo constante, comienzo la bajada más larga por la pista de tierra. Aquí mantengo un ritmo reservón porque justo al acabar la bajada, comienza una subida dura, que conozco y siempre sufro. De ésta manera consigo no sufrir y mantener las piernas más o menos ágiles hasta el avituallamiento (Gracias Manuel por el agua).

A partir de ahí, la última subida ya por senderos de monte y una bajada rápida 

para entrar en el Centro con un tiempo de 1:07 min.

Contento por el ambientazo de carrera y haber mantenido el cuerpo en esfuerzo constante, sin llegar al agotamiento, mejorando la marca de la última carrera y pensando en el sábado siguiente: Trail de las Reliquias (27 kms.)

 

Gracias una vez más a la organización y a l@s fotógraf@s. También corren

 

sábado, 14 de agosto de 2021

XXIV Subida al Picu Benzúa 2021

 Sábado 7 de agosto de 2021


Ha pasado mucho tiempo, quizás demasiado. Sólo de pensarlo se pone uno de mala hostia, pero bueno, lo que nos ocupa aquí es lo que nos gusta, las CARRERAS, el CORRER. Disfrutar de las pisadas, de las zancadas, de cada centímetro de asfalto o de monte, de roca, de barro…

Así que sin más, al lío… La Carrera…

Mi vuelta a las carreras, a competir, a poner el dorsal, fue en Los Carriles (Llanes). La subida al Picu Benzúa, una de las carreras pioneras de montaña en Asturias. Se establecía un límite de 100 corredores (78 en la lista de clasificación final). Las caras expectantes, el buen ambiente las conversaciones antes y después de la carrera y las ganas y hambre de carrera eran los “titulares” de la mañana.

La carrera son 7 kms. con un recorrido explosivo, bonito y duro a partes iguales. Desnivel acumulado de 1.100 m. para los aprox. 2 kms. De subida al pico.

Salimos de la iglesia que hay antes del pueblo de Los Carriles para bajar una cuesta y volver a subir otra de entrada al pueblo, recibiendo los ánimos de la gente. 



Una vez salimos de Los Carriles, giro a la izquierda, entramos en zona de pastos y pradería. Se acaba el asfalto (aprox. 1,5 kms.). Por delante quedan sólo 2 kms. de subida que iban a ser exigentes, para salvar un desnivel de unos 570 m.

La idea era ir encontrando sensaciones, ya que toda la forma física era una incógnita. El ritmo venía dado por la hilera de corredor@s, ya que por el sendero de subida, y el desnivel era difícil adelantar. Tan sólo se podía cuando alguno de los corredores que te precedían se paraban a recuperar aliento o pulsaciones.

Intento mantener un ritmo constante hasta un punto que me vi un poco descolgado de los que iban delante, pero siempre manteniendo la distancia para no quedarme solo en la subida ni perder el ritmo.

Así llegamos a la primera parte de la subida, coronar la arista del pico. A partir de ahí, pasamos a la parte izquierda del Benzúa para encarar la subida por ahí hasta llegar arriba en unos 43 minutos de carrera. La parada para mirar, obligada. Vistas especiales. A la izquierda el valle de la Ardisana, a la derecha zona costera de Llanes.



La bajada, con suerte por no haber llovido los días previos, se hacía algo complicada por el desnivel y zonas de piedra y tierra. Es aquí donde me viene una sensación de que me voy a quedar sin piernas. En la subida aguanté bien, pero bajando, mientras retenía en cada salto, notaba ese pinchazo que te hace dudar. Relajo la cabeza, y como vengo a disfrutar, decido bajar tranquilo, que la ocasión lo merece.

Me adelantan algunas corredoras y en cuanto llega el tramo de bajada que permitía soltar las piernas y correr más, me pongo con un ritmo más ligero y logro mantener un ritmo constante ya durante el tramo final de asfalto, recuperando alguna de las posiciones que perdí bajando.

Entrada en meta (después de 1h:13 min.) super contento  por la vuelta a la primera carrera, las sensaciones recuperadas, por haber subido a un pico que me encanta y que deja esa sonrisa en la boca que te acompaña durante todo el día, el día siguiente… Las imágenes de cada instante de la carrera se repiten…aaaaaaaaay, qué gozadaaaa. 

Muchas gracias a la organización por haber sacado ésta carrera con mucho esfuerzo y a la chavalería voluntaria y fotógrafos. Ell@s también corren.

Próxima carrera, Monte Naranco.

Vamooooooos !!!!!