sábado, 26 de abril de 2014

10 km. Oviedo y Media Maratón del Sella 2014

Hace unas cuantas semanas que han pasado y tenía una deuda pendiente.

El domingo 30 de marzo me iba para Oviedo a correr por el asfalto de la ciudad. Sería la tercera vez que lo hacía y me gusta, más que nada por el hecho de tener las calles cortadas para nosotros y el ambiente tan bueno que se crea. Después de unos cuantos meses de entrenos enfocados a la montaña, me había planteado hacer ésta carrera y una media maratón (Arriondas - Ribadesella) para coger algo de velocidad y seguir después dándole al monte.

Así pues, estaba en la salida de la calle Uría con la intención de correr los 10 km. en 45 min.. A los pocos metros de zigzaguear,


 y las primeras curvas, me di cuenta (nuevamente) que no es una carrera para hacer marca. No solo por las cuestas que te dificultan mantener un ritmo más o menos constantes, si no por lo difícil de mantener el recorrido junto al resto de corredores. Casi todo el mundo atajando por las aceras, cruzándose (hasta en una ocasión casi me tiran en el afán del atajo).

Pero mi objetivo era dar lo que tenía y acabar con buenas sensaciones. Del recorrido no voy a hablar, ya tengo otras dos entradas en años anteriores, así que hablaré de sensaciones, que hasta la subida del Campillín eran buenas pero ahí me dí cuenta que me faltaba algo de "punch". Aguanté como pude y recuperando en la parte llana.

Al final en meta entro por debajo de los 45 min. (44:39, mejor marca). 



Contento pero con la idea de que me faltarían entrenos específicos de asfalto. Así lo demostraría la semana siguiente...

Llegan los 21 km. del Sella.
El año pasado no pude ir por una lesión dorsal de última hora, pero este año no se me iba a escapar.

Qué ganas tenía y a la vez, me quería probar. No sabía cómo estaba, me imaginaba que no muy bien para lo que quería, pero intenté acercarme a mi mejor marca en media maratón: 1h:35 min.. (qué error...)

Salimos de Arriondas marcando ya desde el inicio ritmos de 4:40 el primer km. y luego siempre a 4:30 min/km. clavados. Las piernas iban y las pulsaciones algo elevadas.
Confiaba en aguantar así y sufrir los últimos kms. Una vez ya en la carretera general que discurre al lado del río, llega el km. 5 y sigo bien. Lo mismo en el km. 6, pero en el km. 7, con alguna pequeña pendiente (muy ligera) hace que disminuya el ritmo casi cerca de 5´.

Las pulsaciones siguen elevadas y a partir de aquí empiezo a pasarlo mal. Las piernas no me iban, el cuerpo lo notaba cansado, así que la marca que tenía pensada la quito de la cabeza. A ver si estoy pa 1:40, me digo. Hasta el km. 10 cada metro me costaba un triunfo y era un logro. Realmente me ví que no era capaz a acabar la carrera.

Seguí bajando más el ritmo y ya no miraba ni el reloj. Sólo quería ver los carteles que marcaban los kms. y preparaba mi cabeza para sufrir a cada paso, viendo cómo todo el mundo me adelantaba.
Llega el km. 15 e intento parar tranquilamente a beber. Por suerte mis piernas no me dejaron. Con la inercia de la carrera siguieron adelante y entonces eso me dio algo de fuerza.
Mantengo ritmo constante y algo más recuperado voy viendo la entrada en Ribadesella.
Al final entro en meta unos segundos por debajo de 1 h:45 min. y bastante cansado.



Me doy cuenta que no estaba bien entrenado para lo que quería. Salí demasiado rápido para lo que estaba preparado y lo pagué muy pronto (en el km. 7).
Me gustó saber que sé sufrir, me repuse y acabé la carrera. El tiempo más elevado de lo pensado, pero hay veces que eso es lo de menos.

Así que tengo anotada ésta carrera para otros años y dar el "callo" con más cabeza.
En fin...

Ahora nuevamente a entrenar en cuestas, y por el monte que llegan nuevos retos de montaña.

A seguir disfrutando de las carreras y en ellas nos vemos