domingo, 5 de enero de 2014

I Trail Moscón. Grado



Sábado 04 de enero de 2014

Se presenta la ocasión de conocer nuevos parajes, en zonas desconocidas más o menos cerca de casa, y corriendo… Hay que ir.

Así se presentaba la mañana en Grao. Una vez recogido el dorsal y tomado un café, había tiempo, de nuevo para la línea de salida. Hacía frío (unos 4 ó 5 grados) pero no llovía (de momento). Los 90 corredores que nos juntamos, una vez sonó el disparo, empezamos a correr. Por delante 17 km. de monte. 

Los 2 primeros kms. discurren por asfalto. Salida del pueblo por caminos, unos metros de carretera y giramos a la izquierda para cruzar el río y llegar al concejo de Candamo. Mantengo un ritmo medio de unos 4:40 min/km.. 


Allí abandonamos el asfalto y el terreno llano. Empieza la diversión.

Los siguientes kms. trascurren ya por pistas de tierra, con algo de agua de algún riachuelo cercano y rodeado de pinos. A trote de subida, ibamos ganando altura y posiciones. La primera de las cotas altas estaba en el km. 5 y el tramo más duro llega unos 700-800 metros antes, cuando en una de las curvas del camino enfilamos una larga recta (tipo cortafuegos) de gran pendiente. Las camisetas multicolores teñían el recorrido y la foto habría sido bonita. Una vez arriba, vuelvo a trotar y correr. Aparece el viento y también llueve.

El primer avituallamiento nos da líquido y aprovecho para tomar uno de los dos higos pasos que llevaba mientras comenzamos la primera de las bajadas. Como siempre, bajando pierdo posiciones que recupero, algunas de ellas, en la subida siguiente, que la haría ya sin caminar  más que en muy pocas ocasiones, era un poco más suave que la primera. Llegamos al km. 8 y alcanzamos la cota más alta de la carrera. A partir de aquí llega un terreno muy favorable por las suaves bajadas siempre por pistas de monte poco técnicas. 

Es aquí donde siento que un corredor que había alcanzado en la anterior subida se mantiene cerca. El ritmo es similar así que podemos hacer un trabajo conjunto, pero no… su intención es ir detrás. Aumento un poco en ritmo y él lo aumenta. Lo disminuyo y él lo disminuye. No asoma ni la nariz. Sólo me sopla en la nuca. Viendo esto, aprovecho el avituallamiento del km. 11 para parar a beber, comer el segundo higo y charlar un poco con los voluntarios. La cara del corredor que venía detrás de mí seguro que fue, al menos de sorpresa. Ahora volvía a correr a gusto. No me importan las posiciones ni el tiempo, si no correr a gusto y en compañía mejor, pero correr para otros sin mediar palabra no.

Sigo corriendo cómodamente cuesta abajo y voy acercándome a dos corredores, uno de ellos era el que dejé pasar en el avituallamiento. No tenía intención de adelantar, pero en el km. 13 me encuentro una bajada más técnica con algo de roca y sin pensar, aprovecho para tirarme como nunca antes lo había hecho. La sorpresa ahora fue para mí. Nunca había bajado así y en esos 500 m. de bajada, abro un hueco importante.
Los dos siguientes km. ya eran conocidos, por la ida así que tocaba regular. 


Se acaba el monte y volvemos al asfalto. 2 kms. finales que se hicieron duros. En llano, con fuertes rachas de viento y lluvia nos agarramos unos al ritmo de otros al tiempo que nos animamos. Eso es lo grande de las carreras. 

Así entro en meta satisfecho por la carrera. Me encontré bien en las subidas, aguanté más o menos en las bajadas y me sentí bien en general y con fuerzas en las piernas.
Buenas sensaciones para afrontar nuevos entrenos y más carreras con más montes por descubrir.

Al final empleé 1 h. y 39 min. para los poco más de 17 km. de carrera.
Gracias a la organización y los fotógrafos y un placer ver y hablar con los amigos y compañeros de carreras. 

Llego a casa con un frío metido en el cuerpo del copón y descubro que no hay mejor remedio que un abrazo. Qué más pedir…

Seguimos corriendo…

No hay comentarios:

Publicar un comentario