martes, 7 de febrero de 2012

En invierno también se corre

Parece que ha llegado el invierno. No me refiero a la entrada de la estación allá por el 21 de diciembre, si no al tiempo meteorológico. 

Salvo unos días contados hasta ahora, en los que me coloqué las mallas largas, siempre corría de corto. No es que yo sea excesivamente calentito, aunque tengo que reconocer que me gusta más correr así, si no que no estaba tan frío como para cubrirse el cuerpo con ropa de abrigo.

Esta semana ya no puedo decir lo mismo. He tenido que echar mano de guantes, gorro para la cabeza y mallas largas. Para el pecho, camiseta térmica y forro, cuando no tornavientos y chubasquero.
Bueno, después de esta breve descripción técnica de material, al grano.

Este pasado domingo, con el despertador sonando a las 10:00 de la mañana y un ojo medio abierto mientras el resto del cuerpo estaba tirado en la cama, oía llover. Sabía que caía agua en abundancia, pero aún así me levanté. Tenía mi entreno de 75 min. de carrera continua. Después de mirar una y otra vez por la ventana, viendo caer la lluvia, me convencí de algo absurdo: “bueno, parece que llueve menos” (¡JÁ!)

Ataviado como corresponde salí a correr. Me alegró ver a dos tíos, que de mano pensé que estaban locos por correr con ese temporal, luego me dí cuenta que yo estaba haciendo lo mismo. Me dio la risa. Al final llego a casa mojado, normal.

Al día siguiente más de lo mismo, después de mirar una y otra vez por la ventana, viendo caer la lluvia, me convencí de algo absurdo: “bueno, parece que llueve menos” (¡ JÁ !)

Idem, pero: NO HAY QUIEN NOS PARE, EH?

No hay comentarios:

Publicar un comentario