miércoles, 9 de julio de 2014

Llampaces Vertical 2014

Domingo 6 de julio de 2014

La mañana se presentaba lluviosa y los apenas 100 corredores que ibamos a tomar la salida, dejábamos los paraguas en los coches para ir calentando las piernas.
En el pequeño pueblo de El Condado, todo parecía como un secreto, una pequeña reunión con música y arco hinchable de salida. Comentarios sobre la dureza del final, el barro y las dificultades de la carrera.

Pero suena la música y se inicia la cuenta atrás...
La salida se hace muy rápida y trato de no apretar demasiado consciente del duro final. Los primeros 200 m. son de asfalto para salir del pueblo, cruzar el río Nalón y alcanzar Soto de Lorío, donde se gira a la derecha para tomar una pista de tierra ya en subida.

Los aprox. 2 km. de ésta pista se salvan casi siempre corriendo, menos algún pequeño tramo en el que decido caminar rápido para ir alternando, no fatigarme demasiado ni subir en exceso las pulsaciones.



Un giro a la izquierda nos dirige al pico. Hay un puesto de avituallamiento y tomo un trago de agua. Me viene muy bien, porque noto que voy bastante ligero y me puede hacer falta a mitad de carrera.
Otro nuevo giro y definitivamente abandonamos la pista.
Estamos ya en la ladera del pico y empieza la verdadera subida. El sendero es de tierra (barro) y algo de piedra. La lluvia, que no cesa, alivia las piernas que poco a poco se van calentando, y empieza en zig zag.
A un giro le sigue otro, adelanto un puesto y sigo a buen ritmo (para mí, claro). En cada vuelta se gana altura y ahora pasamos por un tramo bajo árboles verdaderamente guapo. Me gusta ésta subida (pienso). Me animo y el que va delante de mí, que se ve alcanzado, en actitud de exquisita deportividad (según indicaba el reglamento) me deja pasar. Apoyando las manos en las piernas, y tirando de ellas ya no quiero reservar más y voy con ambición.

La parte de sendero se acaba y llega un pequeño tramo de hierba y barro con gran pendiente. Queda ya menos de  1 km. creo. Se hace muy difícil subir, por el terreno ya pisado de los primeros corredores


Llega la hora de "gatear". Ya se quitará el barro de las uñas en casa. La cima se huele y llega la parte más bonita y espectacular de la carrera. Una zona de rocas, piedras y tierra, casi sin camino marcado, donde los primeros van bajando mientras animan a los que vamos subiendo. Increíble los ánimos recibidos. Sus caras se pegan a la tuya, sus voces se meten en las venas. Inyección de fuerza para las piernas. Aún hoy los recuerdo y se acelera el pulso.
Con ello, crece el hambre de meta y tengo sed, de cumbre, de gritar y de conseguirlo. Gracias a esos ánimos, voy subiendo, tirando de piernas y de manos, apoyándome en las rocas, jadeando. Un paso, otro y mano en cada roca. Otra pierna arriba y así, de repente, oigo el número de mi dorsal...
Había llegado. Toco el mojón y la placa del picu Fueyu y grito. Buaaaa !!!

Ahora sólo queda bajar asimilando la carrera después de animar a los que seguían subiendo.

Nunca 4,7 km. en algo menos de 53 minutos me dieron para tanto. 820 m. de desnivel (todo positivo) para llegar al picu Fueyu (1144 m.).

Agradecer a la organización su buen trabajo en éste campeonato de Asturias de Carreras Verticales, que hace obligatorio el repetir en años posteriores.

Solo decir que nos vemos en las carreras mákinas !!!  y... A disfrutar !!!

 

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