Lunes, 2 de Enero de 2023
Como dijo un escritor hace mucho tiempo: “…lo grande está en lo pequeño. El ojo es pequeño y abarca el horizonte…”
Y algo así es lo que uno siente cuando viene a correr una pequeña
carrera de 5 kms., en un entorno sencillo, al lado de un río modesto, y se va
con una faltriquera llena de buenas sensaciones e incluso anécdotas deportivas históricas.
Empezar la mañana con un café en buena compañía ya es un gran
comienzo, y si después de un breve calentamiento en la línea de salida
empezamos a correr todo se vuelve expectante…
Foto: Jesús Bernal
Al lado de unos amigos que van más allá del tiempo,
empezamos corriendo suave por una zona de sobra conocida, por ser lugar
habitual de los entrenos diarios (pero qué distinto se ve todo en carrera). El
recorrido hace que pasemos por el Museo de la Minería, emblema de la zona, y
nos acompañe el río Nalón, arteria principal de los valles asturianos.
Foto: Jorge Lillo
Los 5 kms. pasan rápido, pero las historias se quedan durante
mucho tiempo en nuestras cabezas. Como la de un corredor que cuenta con más de
70 inviernos, tan dulces o crudos como pueden ser aquí, en el norte, que viaja
más de 300 km. para correr hoy, tan sólo 5. Un corredor que tiene un pasado de
campeón, con un padre que cuenta con medallas en campeonatos mundiales … Hoy corrió
con el dorsal número 1, como no podía ser de otra manera.
¿Pero, y ésto? ¿Alguien con una historia tan grande en una
carrera pequeña?
¿O es que no hay carreras pequeñas?...
Y sin contar que, de esto, nos enteramos porque el speaker
le entrevistó en meta. Un speaker, que es un referente como maratoniano (para mi
uno de los mejores de España), y que de todo esto, quedará historia gráfica
gracias a las fotos de otros referentes en el mundo de las carreras populares.
Y con esto me fui para casa más contento que un bizcocho… Porque lo GRANDE está en lo pequeño.
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