Sábado, 29 de Octubre de 2022
Hablar de ésta carrera es hacerlo como un cuento. El
nombre ya es de cuento, Seronda. Si además añadimos que la zona del Parque
Natural de Redes es de cuento y el otoño aquí es de fábula pues eso… Estamos en un sueño…
En los primeros metros de la carrera, los vecinos de Rioseco
nos miraban con una mezcla de admiración, locura y agradecimiento por estar ahí,
una mañana de sábado, recorriendo, algo más de 300 personas, las callejuelas
del precioso pueblo. Por delante el picu la Xamoca, detrás la sierra del
Crespón con el picu Cogollu que estaba esperando a la carrera del día
siguiente, y un poco más atrás el picu Cuyargayos. Entre ambos la ruta del río
Alba. Casi nada lo que hay ahí en tan poca distancia…
Los árboles que siembre cobijan y dan sombra, ésta vez nos
abrigaban del viento. No lo sabría hasta una hora más tarde, cuando en la parte
más bonita de la carrera a unos 1.100 m. de altitud, en un cresteo montañero de
unos 2 km., con vistas increíbles alrededor, tenía que sujetarme el dorsal del
pecho porque si no volaba. Incluso alguna racha de viento hizo que me agachara
para no caer… Y no sería el único…
Foto: Monchu Calvo
Los caminos rurales son una vuelta a los orígenes, y a pesar de ir en carrera, siempre trato de encontrarme, de sentirme dentro del pueblo, en contacto con la tierra, las piedras y cómodo bajo robles y castaños.
Foto: Jorge Lillo
Pero poco a poco, esos caminos llevan cotas más altas y los
árboles desaparecen. El paso ahora es más corto y el esfuerzo mayor, pero estar
ahí en ese preciso momento no tiene valor calculable…
Foto: Dan Sol Mar
Y ahora entramos en un túnel. Pero no es uno cualquiera,
éste lo forman hayas y robles, el suelo es de tierra y hojas del otoño, de
piedras y alguna roca… solo con ver la foto, se vuelve a ese lugar ….
Foto: J. Luis Lastra
Aparece la pradería. El color verde intenso nos invade, y si
miramos a la izquierda se ve como un hilo de tierra con algún árbol bajo
conduce a una mole de roca. Es el picu la Xamoca que nos vigila muuuuy de cerca.
Pero nuestro camino es otro, y con el respeto que impone la Xamoca lo vamos
dejando atrás.
El viento cada vez es más fuerte, las rachas llegan a ser terribles,
y toca pisar con firmeza para no salir volando. Menos mal que la zona por la
que estamos corriendo, con tramos de sube y baja, entre rocas no demasiado
técnico es escandalosamente hermosa. Un “cresteo” guapo y disfrutón. Además
como estamos en un cuento podemos correr, volar, mirar alrededor y todo lo que
nos haga disfrutar al máximo…
Ya bajando, con la retina llena de fotos de lo corrido hasta
el momento, por senderos y calzadas romanas, entre un desfiladero al final del
descenso para llegar de nuevo a Rioseco, es la guinda final.
Porque mientras gastábamos las últimas fuerzas en las calles
de entrada, la carrera y las montañas ya se habían quedado dentro de nosotros…
Por mucho tiempo…
Foto: Jorge Lillo
Gracias a la organización, por una carrera de ensueño
… Y a la chavalería fotógrafa… que dibujan las fotos al
natural, y les meten hasta el aire que respiramos… GRACIAS
Así de ésta manera siempre corriendo, disfrutando y
sufriendo cuando toca…
Nos vemos en las carreras…
Vamoooooos !!!!!!!!
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