Sábado, 17 de Septiembre de 2022
Cuando
estás en la salida de una carrera con 28 km. por delante, y 3.200 metros de
desnivel acumulados, sabes que no es ninguna broma ni tampoco es como para
estar demasiado relajado. A pesar de ello, los minutos previos a la salida
fueron calmados, pausados… porque en esta ocasión la carrera sería diferente.
La competición (contra uno mismo) quedaría un poco de lado, ya que el papel que
jugaría, junto con mis compañeros de club (Correr Asturias) sería el de acompañamiento
intercalado en medio de la carrera y asistir en caso de accidente, apoyando así
a la Organización. Pero con todo ello, los nervios y las ganas estaban ahí.
El
primer km. de salida de Morcín es por la senda de tierra hasta llegar al centro
del pueblo, cruzar la carretera a la izquierda y empezar a subir dirección al Monsacro
(por el “Viacrucis”)
Ahí
con Josema mi compi, que también iba con la organización, comentando el ritmo
tranquilo y demás detalles del papel que teníamos entre manos, empezamos a
subir las primeras rampas, rodeados de corredores.
Foto: Carmen Suárez Corujo
Foto: Varozapics
En
poco más de 1 km. llegamos a la segunda capilla, pasando por el lago y donde vemos
el avituallamiento. A comer un plátano, beber algo de agua y para abajo.
Los
aprox. 5 km. de bajada los hago despacio (una vez en meta me doy cuenta de
ello, porque a pesar de llegar corriendo y en mejor estado al final en Oviedo,
había tardado más tiempo en carrera respecto al año pasado).
En
los primeros km. de la bajada, sin ser peligrosos, había que tener especial
cuidado. Sendero estrecho con piedras húmedas provocaban resbalones que podían
pasar una cara factura, así que en mi rol de carrera, me voy fijando en los
corredores que me rodean, avisando en lo que puedo para que se haga una bajada
segura, y atento a si alguien tiene algún percance.
Llega
la otra parte de la bajada, más cómoda por sendero de tierra y algo de barro
bajo árboles, hasta hacer entrada en Santa Eulalia de Morcín, donde empieza la
segunda de las subidas.

Son unos tres km. por tramos de hormigón, calzada de piedra y alguna otra pista de tierra que se van haciendo duras hasta llegar al segundo avituallamiento, que se aparece providencial para reponer fuerzas (km. 12 aprox.). Aún queda apenas otro km. para acabar la subida con algún tramo de falso llano, y pasar al lado del embalse de los Alfilorios antes de llegar al pueblo de la Carrera, de donde sale otra pequeña subida de menos de 1 km. que continúa machacando las piernas a partes iguales, tanto por los kms. como por el sube y baja del recorrido
Foto: Luis LastraDe ahí ya bajamos otros 3 km. aprox. hasta Palomar por senderos de tierra. Incluso, antes de un tramo de cuerda por la fuerte pendiente negativa, veo que se presenta el camino en forma de alfombra de hierba. Los desbroces increíbles de la organización nos regalan éste acolchado de verde que las piernas agradecen. Gracias Palanquinos, por ese trabajo increíble. Delante de mí está bajando Eladio, compañero del club que iba también de apoyo a la organización. Juntos vamos bajando hasta llegar a Palomar, donde vemos el avituallamiento. Uhmmmmmm, qué rico sabe todo. Barritas de chocolate, gominolas, frutos secos, agua…. Uhmmmmmm. Como para no irse nunca…
Pero
ya solo queda la última subida final de apenas 2 kms.
Las
piernas van bien, había estado alternando comida, con geles y tragos intermitentes
de agua, así que me estaba cuidando bien. Y se notaba.
En
la subida voy poco a poco caminando y en algún momento, me permito correr
apoyado en los bastones que facilitan mucho. Llega un tramo de piedras muy
incómodo que hago despacio, porque veo un corredor que se había caído ya fruto
del cansancio, y lo hacemos juntos hasta que se acaba y aparece de nuevo un
sendero más cómodo de tierra.
Para
mi sorpresa veo a Jorge ASN, que estaba corriendo por delante de mí y ahora ahí,
clavado por un pinchazo en la patuca. Hey, qué tal?, saludos de nuevo, hablamos,
caminamos tranquilos y… llegamos… La Belonga. Avituallamiento final e inicio de
los últimos 7 y lisos kms. de la senda de Fuso hasta llegar a Oviedo.
La alegría no se podía esconder
Foto: Juan Romero Carnica
El trabajo de apoyo a corredores me lo hizo tomar con buena calma y responsabilidad, pero aún así, hay que correr y, al llegar a meta las piernas y el cuerpo lo notan. Pero claro una entrada así, con tan buena y especial compañía lo cura todo…
Foto: Ray PorresGracias
a la chavalería fotógrafa. También corren
Un
placer haber compartido carrera y haber aprendido tanto con mis compañeros Correrastures,
haciendo labores de apoyo.
Ahora
a recuperar, seguir disfrutando de los recuerdos de la carrera y pensando en
otras… jajajjajajaj
Nos
vemos en las carreras !!!!!!
Vamooooooos
!!!!!!