lunes, 22 de octubre de 2012

Seronda Trail Series. Picu Fario



Domingo 21 de octubre de 2012.
Carrera de montaña. Seronda Trail Series. Siero – Picu Fario

Ahora recuerdo, sobre todo, las castañas pisadas en el sendero, las hojas, alguna cuesta insufrible de hormigón y el bosque de pinos que nos daba la bienvenida al Picu Fario.
Unos pocos kilómetros antes, ya se podía otear la costa de Gijón, el muelle y el mar. Todo ello daba un soplo de oxígeno a las piernas que iban acumulando desnivel, cansancio y kilómetros.
Al lado de las antenas repetidoras del Picu Fario, mesas de madera para una buena comida campestre, y en primer plano, una escena de película; innumerables picos y montañas. Qué buen y tranquilo paisaje. 

Pero nosotros a lo nuestro, porque a falta de unos metros para acabar la carrera, los cuádriceps ya no me daban tregua. Paro a estirar el izquierdo y se me tensa el bíceps de la misma pierna. No hay opción… A correr. Así entro en meta, poco a poco, corriendo y con una sonrisa de satisfacción por concluir esta etapa de montaña en buenos términos.

Antes de suceder todo eso, unas dos horas antes, estábamos coreando una cuenta atrás. 10, 9, 8… …3,2, 1, VAMOOOOOOS. Salíamos de Pola de Siero con un poco de frío, buen ambiente y la ilusión de correr por el monte. 


Poco a poco voy buscando sensaciones y no ir muy subido de pulsaciones ni ritmos altos. La carrera es larga y sabía que al final se iba a hacer dura. Era mi primera carrera de montaña de 23 km. y quería ser cauto.
Así vamos un grupo juntos, unas veces unos delante, otras veces otros, afrontando las continuas subidas y bajadas de poco asfalto al principio y mucho sendero y caleya después. El poco barro en algunos tramos nos hacía ponernos alerta. Hay que evitar caídas y lesiones. Llega el km. 5 y primer avituallamiento líquido. Todo bien, y antes de la subida final, en el km. 7 a reponer fuerzas con otro avituallamiento, esta vez algún trozo de fruta y algo dulce. Desde aquí hasta el picu Fario, ya no habría tregua. Todo para arriba.


Las piernas aguantan y el ritmo constante y bueno, con buena cadencia de brazos y piernas. A falta de dos km. empiezan a bajar los primeros, y bueno, vaya cómo bajaban, increíble… 

Seguía subiendo entre un bosque de pinos ya caminando hasta coronar el Picu. Las vistas ya están comentadas, espectaculares.
Pero amigo, ahora sé que me tengo que entrenar más. Necesito piernas para aguantar las bajadas. Vengo del asfalto, buscando fondo y rapidez. Tengo algo de fuerza para las subidas, pero, para las bajadas… eso es otra historia. 


A falta de unos 6 ó 7 km. las piernas me avisan que están muy, pero que muy cargadas. Me acordaba del maratón, y... bufff. Aflojo el ritmo en algún tramo llano para no forzar pero cuando aparecía alguna cuesta, a caminar y sufrir. Así fue todo hasta el final. 
A falta de 500 metros tuve que parar, pero ya no me importaba.
Una vez cruzada la línea de meta,


a comer melón, plátano, algo dulce, algún fruto seco y beber líquido. Saludo a los amigos de carreras y me encuentro con otros que conozco en persona (qué buen ambiente se respira y se palpa)

Soy consciente que me va a llevar unos cuantos días de recuperación de piernas y rodajes suaves, pero… Hay que seguir entrenando y mejorando. Lo de disfrutar de la carrera de montaña está asegurado.

QUÉ GOZADAAAAAAAAAA !!!

El tiempo fue de 2 horas y 40 minutos para unos 23 km. aproximadamente. Buenísimo ambiente y sólo me queda agradecer a la organización por la estupenda carrera y buena señalización y apoyos, y a los fotógraf@s por su trabajo y ánimos.

martes, 2 de octubre de 2012

Lo GRANDE de lo SENCILLO


 "... Debe parecer en verdad, una gran osadía por mi parte
pretender extraer grandes conclusiones de tan insignificante tema. 
Pero soy de esa clase de personas que creen que lo grande está en lo pequeño.

Pequeño es el niño y contiene al hombre; 
el cerebro es estrecho y alberga el pensamiento;
el ojo es solo un punto y abarca leguas..."

Alejandro Dumas. (La dama de las camelias)


El pasado fin de semana tuvo en La Felguera un acontecimiento que quedará registrado en la historia de las grandes cosas hechas por una persona.

A las 12 de la mañana del sábado 29 de septiembre llegaba Héctor Moro, acompañado de sus colaboradores y amigos, a la pista de atletismo y se puso a correr. 


No pararía hasta pasadas 24 horas. Así el domingo 30 de septiembre a las 12 de la mañana concluía su reto.


Así de sencillo. Llegar, correr e irse a su casa.

Dejaba tras de sí una estela de recuerdos, emociones, sonrisas, sudor y vida para conseguir una realidad a las esperanzas a miles de personas. 

Nace así la FUNDACIÓN HÉCTOR MORO. Colaboración a la investigación y lucha contra el cáncer

Como él mismo dijo en su blog al día siguiente de las 24 Horas Non Stop, hago silencio, lo demás está dicho.

 
Así de sencillo. Así de Grande




Continuará...