Después de comer, si no se trabaja, lo mejor es una siesta
(como que no quiere la cosa). Si a eso le unimos un poco de cansancio físico y
algo mental, se forma un cóctel un tanto peligroso para afrontar una Media Maratón un sábado por la tarde
Pero todo ello se compensaba con el placer de correr,
juntarse con compañeros de carreras,
participar en una carrera popular
preparada con mucho cariño y llegar juntos tres de los cuatro componentes del
mini-club “Carreristas”.
Con todo ello, sin darnos cuenta ya estamos calentando con
el dorsal puesto. Héctor comenta las características de la carrera y… SALIDA.
Mis aspiraciones sencillas: darlo todo a ritmo medio de 4:30
y atacar el crono final a 1:35.
Desde el primer km. me fijo en las pulsaciones (siempre
entre 170-174). Voy marcando ritmos de 4:20 y 4:28. Adelantando corredores
hasta que encuentro un grupín al que me acoplo.
Voy tras ellos un par de km.,
pero como no me gusta eso de “chupar rueda”, intento tirar un poco con ellos.
El resultado es que entre eso y que había bajado unos segundos el ritmo, decido
tirar hacia delante.
Giramos a la derecha para cruzar el puente y afrontar 3
km. hasta completar la primera vuelta y las sensaciones son muy buenas: buen
ritmo, cómodo, me siento más o menos ágil y fuerte de piernas. Me animo y a seguir
así (me digo). Cruzo la primera vuelta y todo igual.
En este momento de
carrera, iba junto con otros dos corredores tirando anárquicamente y manteniendo las distancias,
pero ya en el km. 12, uno de ellos se queda y otro
se va. Yo me quedo en el medio y apuro un poco el ritmo sin bajar tiempo.
Alerta, eso quiere decir que ya se empieza a notar el cansancio. Me da igual.
Sigo lo previsto y a ritmos de 4:24 más o menos. Cuanto más pueda ir bajando de
4:30, más renta tendría al final por si acaso (menos mal que fue así).
Voy unos
metros detrás de éste corredor pero en el km. 14 se me va. Me adelanta otro y
sé que voy a empezar a sufrir en breve.
El km. 16 lo hago en 4:30 y el km. 17
en 4:34 (con la pequeña cuesta del pozo Carrio). A partir de aquí fue duro.
Llego al km. 18 y mi crono marca 1:20 y pocos segundos. Me tranquiliza algo
porque aún a ritmo de 5 min/km. llegaría en mi tiempo deseado.
Son 3 km. de
sufrimiento porque me adelantan algunos del grupín al que me había acoplado en
la primera mitad de carrera y veo que el paso por km. lo hago en 4:55. El siguiente
km., ya con la zancada (por llamarla de alguna manera) corta lo hago en 4:59 y
sufriendo. Me queda el último km. y lo tengo que conseguir. Aprieto para mantenerme y
me siento arrastrar por el paseo dirección a la meta. Empiezo a oir a Héctor cómo
va animando a los que van llegando y diciendo los tiempos de entrada. Lo puedo
conseguir.
Ya en la recta de meta, me anima y paro el crono. No tenía ni para
regalar. Me agacho, cojo agua, bebo. Uhmmm!!!. Qué dulce el sabor de las
carreras…
Al final entro en meta con un tiempo real de 1:35:54, a
ritmo medio de 4:33 min/km. que me deja muy contento. Mi mejor marca personal.
Eso sí, llegué con lo puesto…
Comentar para acabar, que llegaba un poco cansado mentalmente porque me
había fijado éste objetivo de tiempo y, a éstas alturas del calendario, con
bastantes entrenos controlando el reloj, me estaba viendo un poco encerrado y
no quería perderme el disfrute más puro del correr.
Aún así, esa es otra visión de
éste deporte que hay que saber manejar. Lo conseguí y estoy más que satisfecho.
Si no hubiese sido así, estaría satisfecho igual.
Correr y encima con amigos no
tiene precio. Te deja un sabor… MUY AGRADABLE…
Gracias a la organización y a l@s fotógraf@s. También ell@s corren los 21 km.